La receta que hoy publicamos es muy sencilla de hacer, económica y están ¡buenísimas!. Se trata de croquetas caseras; en nuestro caso las elaboramos con los restos de carne del cocido, por supuesto, también se pueden hacer con carne comprada expresamente para ello.
Con esta misma receta, podéis hacerlas de verduras, de fiambre o de pescado (la única variación de las croquetas de pescado con las otras sería que deberíamos añadirle una cebollita a trocitos muy chiquitinis, reogadita previamente y añadirla a la pasta y cuidado con las espinas) también es un bocado exquisito.
Los ingredientes que vamos a utilizar son:
- Carne de cocido cortada muy pequeñita.
- Bechamel.
- Sal, una chucharadita de café.
- Pimienta, 1/2 cucharadita de café.
- Pan rayado.
- Huevo batido con sal, 1/2 cucharadita de café.
- Aceite para freír.
La elaboración esla siguiente:
- Se corta la carne a trocitos muy pequeños.
- Se prepara una bechamel (para los que no tienen tiempo o no saben elaborarla, hay bechamel ya preparada en el supermercado, que sirve igual aunque no está tan buena... nosotros publicaremos próximamente la receta de la bechamel, por si os interesa hacerla).
- Una vez hecha la bechamel, se le añade la carne y se le pone la sal y la pimienta.
- Si no queréis grumos o si teneís niños en casa que no les gusta mucho masticar o se aburren comiendo, nosotros personalmente lo que hacemos es triturarlo todo bien triturado. Quedan muy melosas y ¡a los niños les encantan!.
- Una vez hecha la pasta, se introduce en la nevera de 45 minutos a 1 hora.
- Pasado este tiempo, en un recipiente se bate el huevo con la sal y en otro recipiente distinto se pone el pan rayado.
- Pondremos una sarten al fuego con abundante aceite para freírlas.
- Sacamos la pasta de la nevera, y ahora que está fria, es el momento de trabajarla y darle forma a las croquetas; utilizaremos dos cucharas soperas para darles forma, cogiendo un poco de pasta y pasandola de una cuchara a otra.
- Ahora que ya tiene forma la pasta, pasaremos esta por el huevo y a continuación por el pan rayado.
- Es en este momento cuando las freirémos.
- Cuando estén doraditas, se sacan de la sartén y se colocan en una fuente con papel absorbente para retirar el exceso de aceite (aunque no cogen mucho aceite).
- Se dejan enfriar un poquito ¡si les dáis tiempo porque huelen de cine! y se pueden consumir tibias o a temperatura ambiente.
- ¡Y ya estarán listas!
A continuación os dejamos una foto como idea de presentación:
Esperamos que os gusten y deseamos que lo pongáis en práctica ¡muchas gracias!
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